¡Hola! Soy Damián Méndez y estás en el canal de Leamos la Biblia.
Estamos comentando el libro de Deuteronomio capítulo por capítulo. En nuestro primer video hicimos una introducción al libro, la cual te invito a escuchar para que tengas una idea general de todo su contenido.
Hoy nos corresponde comentar el capítulo dos y es importante recordar que parte de este contenido se narra en el libro de Números, y debemos leer la narración completa para tener una idea mucho más clara de lo que se narra en este capítulo.
Del versículo 4 al versículo 7 del capítulo 2 de Deuteronomio trataremos las relaciones del pueblo de Israel con Edom, del versículo 8 al 15 hablaremos sobre las relaciones de Israel con Moab, los versículos 20 hasta el 23 nos habla acerca de los gigantes y los versículos del 24 hasta el capítulo 3 nos habla de las relaciones de Israel con los amorreos en la ribera oriental del Jordán.
Versículo 1: “Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por mucho tiempo.”
La palabra “desierto” en hebreo es “midbar” (מִדבָּר) y encontramos varios desiertos que se relacionan con el éxodo: Tenemos el desierto de Shur al norte de Egipto (Éxodo 15:22); el desierto de Parán en el Sinaí (Números 10:12); el desierto de Sin (Éxodo 16:1) y el desierto de Zin al sur de Canaan (Números 13:21).
דרג ים סוף (derek Yam Suf) o camino del Mar Rojo, se refiere al camino del Arabá en el valle del Jordán, que pasa por Edom y Moab y el reino de los Amorreos hasta Damasco. El término Yam Suf (ים סוף) en hebreo, literalmente significa “mar de caña / malezas, y se usaba el término para referirse a las aguas desconocidas y misteriosas al sur.
יְהוָ֖ה דִּבֶּ֥ר כַּאֲשֶׁ֛ר (kaasher diber Adonai), como Adonai me había dicho. Sabemos que el Señor se dirigió a su pueblo de diferentes maneras: por revelación directa a Moisés, a través de la nube de gloria, y por el uso del Urim y el Tumim (Sumo Sacerdote).
“Volveos al norte” le dijo el Señor a Moisés en el versículo 3. Probablemente se refiera a lo que narra Números capítulo 20, cuando Israel preguntó si podía pasar por la tierra de Edom, pero ellos no aceptaron que el pueblo pasara por sus tierras. Debemos destacar aquí que los edomitas y los moabitas eran parientes de Israel por parte de Lot y Esaú; en el versículo 4 les llama “vuestros hermanos”.
“Ellos tendrá miedo de vosotros” (Versículo 4), esta frase es el cumplimiento de lo que profetizó María en su cantico después de cruzar el Mar Rojo (Éxodo 15:15); pero a pesar de que Moab y Edom tuvieron miedo de Israel, Dios les mandó tener cuidado, ya que su paso por sus tierras debía ser de forma pacífica y Dios no permitiría que Israel tomara nada de ellos. Dios había dado estos territorios a Edom, a Moab y Amón, así que Israel no tomaría ni siquiera el espacio de la planta de un pie. Si necesitaban comida, debían pagarla, si necesitaban agua, también debían pagarla. Dios les recuerda que ellos habían sido muy bendecidos y durante los cuarenta años, Jehová no se había apartado de ellos y nada les había faltado, por lo cual Israel no debía contender con ellos.
Es maravillo como Dios, aun en medio del desierto, sustenta a su pueblo y le bendice. Israel no debía tomar nada que no le perteneciera, porque el Señor le suplía y nada le había faltado. El amor y el cuidado de Dios por su pueblo se muestra en estas palabras “nada te ha faltado” Versículo 7. A veces nosotros pasamos por tiempos difíciles, de mucha necesidad, pero lo último que debemos perder es nuestra fe y nuestra confianza en el Señor. Él no nos deja solo en medio del desierto, no nos abandona, aun cuando creamos que está distante de nosotros.
“Murieron todos los hombres de guerra”, versículo 16, era esa generación de varones de guerra de entre 20 a 50 años de edad, que no pasarían a la tierra prometida. Toda esa gente mala e incrédula moriría antes de que la nueva generación pasara a tomar posesión de la tierra. Esto muestra un balance entre el amor de Dios y su justicia; su propósito no solo era castigar al pueblo, sino que también ellos debían aprender de sus propios errores.
“Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti.” Versículo 25.
Dios se muestra listo para actuar como guerrero a favor de Israel si ellos confiaban en él y daban inicio a alguna batalla contra los habitantes de la región. Ellos se sentirán intimidados y con miedo, refiriéndose a los habitantes de Canaán, los cuales oirían la fama de las conquistas de Israel y se llenarían de espanto.
Los versículos 26 al 37 narran la derrota del rey Sehón, la cual encontramos con detalles en el libro de Números capítulo 21, versículos 21 al 30. Si has llegado hasta aquí, espero que este comentario te haya gustado, me dejes tu fuerte like y compartas el video. Si aún no te has suscrito, hazlo ahora, activa la campana para que YouTube te avise cuando subamos nuestra próxima publicación.


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