El mal tiene un propósito en la mente de Dios. Algunos dicen: "Mientras tanto el mundo sigue sufriendo y Dios sentado de brazos cruzados mirando todo hasta que llegue el momento de cumplir con el propósito."
Si no existiera el mal, no tendría sentido que Dios hiciera al hombre a su imagen y semejanza (Gén. 1:26), ya que esta semejanza tiene que ver con la personalidad (intelecto, voluntad y sensibilidad). ¿Cómo se aplicaría la voluntad si solo existiera el bien? Esta estaría dirigida a una sola dirección, hacer el bien. Pero ni siquiera existiera el concepto de bien, ya que no habría referencia comparativa. De manera que Dios permite el mal, para que el hombre aplique la voluntad y decida elegir el bien o el mal libremente.
Si no existiera el mal, ¿de qué serviría el amor? No existiera tal concepto, pues no existiría tampoco el odio, que es parte de la maldad. ¿Cómo conoceríamos que Dios es amor si no existiera referencia a lo contrario? El mal existe porque este nos ayuda a conocer el corazón bondadoso y amoroso de Dios. Así que Dios lo permite para que nosotros de manera voluntaria elijamos servirle. Pero el mal tendrá su final. Un día acabará, y quienes voluntariamente y por amor eligieron servir a Dios, reinaremos con Él por la eternidad.
Pr. Damián Méndez
@prdameco


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