¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.
Salmos 42:5Muchas son las cosas que nos abaten y turban nuestros corazones, especialmente por no saber esperar en Dios.
El salmista tenía muchas razones para no tener paz. Pasó por momentos muy difíciles en su vida, al punto de que sus propios soldados querían matarle. Pero aún así, ordenó a su propia alma esperar en Dios tranquilamente y alabarle porque solo en Él estaba su salvación.
Si lo que está robando tu paz en este día no está a tu alcance para solucionarlo, espera en Dios. Él nunca llega tarde, no está sujeto a tiempo ni a hora, eso no existe para Él. Llegará cuando tenga que llegar.
Aprende a esperar confiadamente y adorarle en todo tiempo.
Pr. Damián Méndez🙏


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